3 motivos para seguir la carrera de Contabilidad

Contabilidad una Carrera con Mucho Futuro

Se suele pensar que la contabilidad es una carrera cargada de números. Cuyo único objeto es llevar la cuenta de todo cuanto existe. Pero, ¿qué tanto hay de cierto en esto? o mucho.
Según parece, puesto que, a través de interpretaciones y conclusiones enteras de un entorno económico, el contador puede ser capaz de comandar decisiones que determinen el nuevo rumbo de un gobierno, de una empresa o, por último, de un hogar.
Uno de los mayores imperios del crimen que se establecieron en la Norteamérica en la década de los 20 fue el del siniestro Al Capone. Asesinatos, robos, extorsiones y desfalcos eran parte de su rutina delictiva, pero nunca se le pudo acusar de nada por falta de pruebas. Sin embargo, fue un anónimo contador quien lo llevó a la cárcel cuando, después de acceder a ciertos libros contables, demostró que podía acusársele de evasión de impuestos, finalizando de este modo una era de violencia y de terror.
Estrechamente vinculada a la aparición del dinero, la contabilidad nace en Europa con la finalidad de registrar las primeras operaciones y movimientos monetarios realizados en base a intercambios y negocios. Sin embargo, hay que remontarse hasta 1494 para hablar de la Contabilidad como una ciencia. En ese año, el italiano Lucas Pasciollo publica el ABC de la profesión en un extenso tratado en el que expone el concepto de “partida doble”, punto de partida de los hoy infaltables registros de ingresos y egresos.
A partir de entonces en base a la información contable se realiza una interpretación económica para luego proyectar los presupuestos financieros. En otras palabras, la contabilidad adquirió carácter científico; dejó de limitarse a registrar las operaciones para pasara hacer apreciaciones de todo un entorno financiero.

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Un buen contador

El trabajo contable es un trabajo de precisión. Y, para ello, el contador debe contar con colaboradores que le permitan conocer a fondo los secretos de tal o cual organización. Es así que un buen profesional en este rubro debe tener una formación ética muy sólida, un amplio criterio sobre el manejo de las relaciones humanas y una ardua especialización en la ciencia de la contabilidad para poder asesorar a los hombres de negocios, a los inversionistas, a los funcionarios del Estado y a la alta gerencia.
Y, como no podía ser de otro modo, la informática es inherente a la formación del profesional contable. El factor tiempo y la necesidad de disponer de datos lo más pronto posible, ha determinado que se requiera procesar la información rápidamente. No puede hablarse de contabilidad e informática separadamente. Ambas ciencias conforman hoy en día una unidad.

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Contabilidad para Ambos Sexos

La carrera de contabilidad es una carrera multidisciplinaria. A lo largo de la carrera se cubre todos los aspectos microeconómicos, macroeconómicos, financieros, administrativos y de recursos humanos, con clases que van desde informática hasta derecho, pasando naturalmente por nociones de administración y finanzas, materias para las que en la mayoría de los casos se requiere un manejo aceptable de números y matemáticas.
En cuanto al aspecto laboral. Las posibilidades para los contadores son, desde este punto de vista, muy atractivas, siempre y cuando estos profesionales estén capacitados adecuadamente.
En esta carrera, la proporción hombres/mujeres es sumamente equilibrada. Actualmente se registra un 52% de población masculina contra un 48% de femenina, reflejo de la igualdad laboral entre los sexos y a que, muchas veces, ellas son más minuciosas y detallosas cuando hay dinero de por medio.
En fin, tomando en cuenta la manera en que están evolucionando las sociedades modernas, todo parece indicar que la contabilidad seguirá desempeñando un papel fundamental en el desarrollo. Las nuevas tendencias de la contabilidad apuntan a la creación de profesionales con un manejo multidisciplinario de las diferentes áreas económicas, de manera que el contador puede convertirse en un elemento básico para la toma de decisiones tanto de los inversionistas como de los hombres de negocios, instituciones financieras y entidades gubernamentales.